Las tendencias, metodología, asignaturas educativas que los gobernantes imponen en la sociedad influye directamente en los valores de nuestros niños, adolescentes, jóvenes y en la sociedad en general.
Un servidor fue educado en la EGB un modelo educativo «autoritario» con una figura muy consolidada, «el maestr@» que proviene del latín «magíster» el que más sabe. Nunca se le nombraba por su nombre por el respeto que se merecía al educarnos, tenia un lugar elevado en las aulas mostrando su estatus que avalaban sus conocimientos, el maestro podía ejercer castigos para hacer cumplir unas normas establecidas y si no dabas un mínimo rendimiento no pasabas de curso. Este tipos de enseñanza quería estandarizar a los alumnos, crear clones con pocas alternativas para adaptar los contenidos sin poder potenciar sus habilidades en algunos campos.
Actualmente el modelo «autoritario» ha desaparecido, a los maestros se les tutea, la ubicación del maestro no destaca, no hay castigos, los padres pactan con el centro si el alumno repite curso o no y muchas otras diferencias. Este modelo potencia al alumno en sus habilidades se adaptan los contenidos según las necesidades de los alumnos.
Los modelos educativos cada uno de ellos tienen sus virtudes y carencias. Como profesores tenemos que saber transmitir a nuestros alumnos más jóvenes los valores que rigen dentro de nuestros dojos y los apliquen en todos los ámbitos. Tenemos que ser participes en la formación de personas, las artes marciales contribuyen a ser un puente para que los jóvenes descubran, conozcan y desarrollen los valores universales.
Como profesores, alumnos, compañeros, abuelos, padres somos responsables en la educación en valores de nuestros jóvenes. Tenemos que reforzar actitudes y potenciar sus aptitudes que necesitaran para poder enfrentarse a las dificultades del futuro.