Cuando hablamos de Kungfu, inmediatamente nos vienen a la cabeza los antiguos estilos de la vieja china; sin embargo, cuando nos referimos a las artes marciales japonesas, pensamos en el Judo, el Aikido, el Karate… artes todas ellas relativamente recientes.

El motivo de esto puede ser que si bien las artes chinas han promovido y exaltado tanto sus estilos modernos como sus estilos clásicos, las artes japonesas han gnfatizado en sus estilos más modernos. Las razones mas profundas de esto deben ser analizadas desde un punto de vista histórico y político, pues van más allá de las simples causas propagandísticas. Así pues, Japón ha difundido casi exclusivamente sus artes marciales modernas, dejando apenas entrever sus escuelas clásicas, porque estas últimas representaban un mundo pasado, unos valores obsoletos y una mentalidad arcaica que muchos quisieron dejar aparcada tras la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, cuando se bucea en la historia de los estilos japoneses tradicionales de lucha cuerpo a cuerpo, uno se encuentra con una atmósfera que no tiene nada que envidiar a la de las viejas leyendas chinas sobre el origen de los estilos de Kungfu, y uno comprende muchas cosas acerca de por qué las artes marciales japonesas son como son.

Las escuelas clásicas japonesas, al igual que la mayoría de los estilos tradicionales de Kungfu, instruían, además de en la lucha cuerpo a cuerpo, en el manejo de las armas. De hecho, el énfasis de estos sistemas recaía principalmente en el manejo de las armas de guerra, especialmente la katana, y poco a poco, con el paso del tiempo y el advenimiento de los tiempos de paz y la modernidad, se tornaron en escuelas de lucha cuerpo a cuerpo principalmente. Sin embargo, a diferencia de los estilos chinos, casi la totalidad de las escuelas japonesas tradicionales nacieron en un ámbito puramente militar, y no tanto en un medio civil o monacal; de modo que casi todas las historias de los orígenes de los estilos clásicos japoneses están invariablemente protagonizadas por guerreros samurai. En definitiva, estas artes clásicas de Japón aún existen, y a pesar de lo que muchos creen, no se circunscriben únicamente al ámbito de las armas guerreras, sino también al interesante terreno de la lucha cuerpo a cuerpo.

Jujutsu tradicional versus Jujutsu moderno
Aquí en occidente, todos hemos oído hablar del Jujutsu, término con el que designamos indistintamente a todos los estilos tradicionales de lucha cuerpo a cuerpo autóctonos de Japón; pero lo cierto es que muy pocos conocen cuáles son los estilos clásicos del Jujutsu y aún son menos los que los practican. La mayoría de los estilos de Jujutsu que se conocen y practican hoy en día en occidente son mezclas, más o menos afortunadas, de estilos como el Judo, el Aikido y el Karate; son nuevos enfoques, recreaciones e interpretaciones personales, producidas por practicantes de diverso historial y méritos; pero no son, salvo en excepcionales casos, auténticos estilos clásicos japoneses, ni apenas una aproximación veraz a los mismos; y desde luego no tienen el sabor antiguo ni la entidad de estas artes que nacieron en los campos de batalla japoneses de la era feudal.

¿Jujutsu, Yawara, Wajutsu, Taijutsu…?
Alrededor del Jujutsu tradicional existen numerosos mitos y malentendidos que han deformado su verdadera esencia y que lo han relegado injustamente al olvido de lo inútil. Para empezar podríamos decir que existe una gran confusión de tér¬minos, ya que se usan mu¬chas designaciones diferen¬tes con relación al Jujutsu que no siempre son bien comprendidas. Así, en prin¬cipio, muchos ignoran si se debe escribir Jiu Jitsu o Ju¬jutsu. Lo cierto es que «Ju Jitsu» es la forma en que los anglófonos pronuncian el término «Jujutsu», transcripción en caracteres latinos que usan los japoneses. Nosotros no somos anglófonos y por lo tanto deberíamos referirnos a este arte tal y como lo transcriben los japoneses, es decir, Jujutsu. Por otra parte existen numerosas denominaciones equivalentes o afines al Jujutsu como Yawara, Taijutsu, Wajutsu, Goshinjutsu, Aikijutsu, etc., que no son del todo entendidas. Quizás el término Jujutsu sea precisamente el más moderno de todos los mencionados. Posiblemente el término original para designar a este tipo de lucha sin armas sea yawara, acuñado por Sekiguchi Yarokuemon Ujimune «Jushin» (1598-1670), fundador del estilo Sekiguchi ryu Yawara. Este maestro usó el término yawara para referirse al sistema de lucha cuerpo a cuerpo que había creado. A partir de entonces surgieron escuelas como la Ryoi Shinto ryu, la Shinto ryu, la Sho Sho ryu y la Teishin ryu, que usaron este mismo término para referirse a las técnicas de lucha sin armas. Sin embargo el ideograma yawara también puede ser leído comoju, de ahí que pueda utilizarse igualmente esta pronunciación. De hecho, posteriormente se generalizaría el uso de la lectura jujutsu en vez de la de yawara jutsu.

Por cierto que el término ju o yawara no debe hacernos pensar en técnicas suaves y flexibles, ya que originalmente estos estilos eran rudos y hacían un uso considerable de la fuerza bruta para someter al adversario. El carácter yawara procede del verbo yawaragu que podríamos traducir como suavizar o ablandar. Quizás el significado del término se justifica más por lo que implica de neutralización de la fuerza del adversario, que por el hecho de hacer un uso flexible de la fuerza, concepto que es bastante más reciente y que es propia de estilos más modernos como el Daito ryu, el Judo o el Aikido.

Continuando con los que podríamos calificar sinónimos de jujutsu, el término wa de wajutsu, por su parte, es otra lectura alternativa para el carácter yawara. Esta denominación es también muy antigua, y se debe a Oguri Niemon Masanobu, fun¬dador de la escuela Oguri ryu en el año 1616, quien, basándose en la lucha cuerpo a cuerpo practicada en los campos de batalla, desarrolló un sistema de lucha en ropas de calle al que denominó Wajutsu. Otra  escuela   que  usa esta   misma   designación   es   la   Horikuchi Ryu Wajutsu. Este término    conllevaría    un enfoque   menos   guerrero y más civil. En   cuanto   al   término goshinjutsu, cuyo significado sería «arte de la defensa   personal»,   es una denominación puede ser aplicada a cualquiera de los estilos civiles de lucha cuerpo a cuerpo japoneses. Entre los precursores de los métodos de defensa personal civil se encuentran personajes como Ameya Takuemon, de la escuela Nagao ryu, quien en 1732 modificó la lucha cuerpo a cuerpo con armaduras (Kassen Kumiuchi) para un uso civil; y Takahashi Izumi Shoken Ryusai, experto en Eishin ryu Jujutsu, que adaptó este estilo para personal civil a mediados del siglo XIX. Otro término usado para referirse a algunos estilos de Jujutsu es el de taijutsu, cuyo significado es «arte del cuerpo». Este término es usado por estilos como el Shinden fudo ryu, el Nagao ryu y el Asayama Ichiden ryu para designar a la parte de su estilo que se dedica al estudio de la lucha sin armas, es decir, con el cuerpo únicamente. Por último el término aiki-jutsu es usado por un grupo de estilos que presuntamente proceden de la tradición de la familia Takeda, inaugurada por Shinra Saburo Minamoto no Yoshimitsu en el periodo Kamakura (1192-1233). De entre éstos destaca el Daito ryu Aikijutsu del maestro Sokaku Takeda. El concepto aiki implica la idea de absorber la fuerza del contrario; en palabras del maestro Kondo Katsuyuki, renombrado exponente del estilo Daito ryu, se trata de «un método refinado de responder sin fuerza al ataque de un adversario». Esta noción ha sido usada por otros maestros como Yagyu Tajima no Kami (1527-1606) de la escuela Shinkage ryu, quien desarrolló la doctrina del «Aiki-ho» basada en la «no-resistencia» a la fuerza del adversario; o Takeda Takumi no Kami Soemon (1758-1853), fundador del Aiki In Yo Ho, estilo creado en base al concepto Yin-Yang y pertenecien¬te también a la ya mencionada tradición familiar Takeda.

Revista BUDOKA – 325